Profesores

José Antonio Piqueras Rodríguez
José Manuel Campillo Martínez
María Isabel Guilabert Torregrosa

miércoles, 2 de junio de 2010

MARGINA-PENITENCIARIO

La población reclusa y la terapia ocupacional


Esther Pérez Domene
2º Terapia Ocupacional, Universidad Miguel Hernández de Elche. 


Comentario al artículo: "La Terapia Ocupacional en el ámbito penitenciario". Rincón Aguilera M, Ruíz Gónzalez M, García Matamala E, Teomiro A. Revista Gallega de Terapia Ocupacional 6:336-352, 2009.



        Se sabe que el encarcelamiento de una persona no sólo lleva consigo el mero hecho de castigo, de pago de una deuda; el estar en un entorno penitenciario conlleva además hacer un tratamiento rehabilitador, de reinserción y recuperación además de otras terapias necesarias ya que durante ese periodo suelen aparecer dependencias a diferentes sustancias así como problemas mentales. La toma de esta medida como pago a la sociedad, proporciona al interno una serie de aspectos positivos para su rehabilitación, como pueden ser educación, pautas para la mejora de habilidades sociales o normas de comportamiento. Pero por otra parte existen aspectos que perjudican el estado de ánimo de la persona, como puede ser el estar en un micromundo o tener escasez de relaciones socio-afectivas. Es por esto que la Terapia Ocupacional también tiene su hueco y su materia de trabajo en centros penitenciarios.
        Para empezar a trabajar con este colectivo es necesario saber cual es la situación familiar del individuo, cual es la causa por la que está allí interno, nivel de educación, preferencias, expectativas, roles que ha desempeñado en su vida, gustos, trabajos que le gustaría desempeñar en un futuro, etc.
Para ello y como primera toma de contacto con el paciente y para hacernos una idea general de él, existen varias escalas y cuestionarios de los que se pueden sacar conclusiones para luego hacernos una guía de trabajo y tomar un vía determinada. Algunas de estas escalas pueden ser: Entrevista de Historia Ocupacional de Gary Kielhofner, Nivel de intereses en actividades particulares de Gary Kielhofner, Evaluación de capacidades adaptativas de Mosey, etc.
        Mediante la realización de actividades terapéuticas tanto para la mejora del automantenimiento, como de la estructuración del ocio o el trabajo en actividades productivas, se puede llegar a producir una gran mejoría a través de la ocupación. No se elegirán ocupaciones sin un fin solo por rellenar tiempo o espacio, sino que con la ayuda de los resultados obtenidos en las escalas o con lo que el propio interno a través de la entrevista nos haya hecho saber, escogeremos la actividad adecuada a lo que queramos reforzar, modelar o trabajar en él. El trabajo dentro de la institución debe ser de participación en el plan de intervención, organización y planificación de actividades terapéuticas grupales, coordinación con otros profesionales, planificación de salidas programadas con carácter terapéutico, emisión de informes, participación en la Junta de Tratamiento, etc.Es muy necesario el trabajo de un equipo multidisciplinar, hoy en día no existen Diplomados de Terapia Ocupacional trabajando en centro penitenciarios por lo que se nota su falta en determinados aspectos. Hay que trabajar en base a la filosofía, ética y área de conocimiento de la T.O. con la persona, la ocupación y en entorno como contexto de ejecución. Toda persona puede mejorar en muchas áreas de su vida gracias a una estructuración adecuada de sus actividades y ocupaciones.
 

Bibliografía:

1. Hernández Monsalve M, Herrera Valencia R. La atención a la Salud Mental de la Población Reclusa. Oviedo: AEN; 2003.
2. Asociación Profesional Española de Terapia Ocupacional. Temario General de Oposiciones de Terapia Ocupacional. Madrid: APETO; 2005.
3. Asociación de Técnicos de Instituciones Penitenciarias. El tratamiento Penitenciario, posibilidades de intervención. Madrid: ATIP; 2001.
4. Romero D, Moruno P. Terapia Ocupacional. Teoría y Técnicas. Barcelona: Masson; 2003.
5. Kielhofner G. Modelo de Ocupación Humana: Teoría y aplicación. 3º edición. Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004.



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